Algo va mal: primera parte

Algo va mal es el título de uno de los últimos libros del malogrado historiador Tony Judt (1). En esta entrada no voy a hablar ni de él, ni de su libro, pero sí me acuerdo de él por haber sido una persona preocupada no solo por la Historia si no por la relación que de esta hacia con el tiempo presente. Y digo algo va mal porque cuando en una sociedad se prioriza las cuestiones materiales sobre las cuestiones intelectuales, emocionales o sentimentales, es que algo va mal. Solo hace falta hacer un repaso a la programación televisiva de los últimos años para comprobar que hay toda una serie de valores que han desaparecido de la cultura popular.


Edvard Munch, 1893, óleo, temple y pastel sobre cartón.

Con esto no quiero hacer una entrada alabando a los buenos viejos tiempos ni nada parecido. De hecho, encontramos críticas a la cultura de lo material desde la Grecia clásica pasando por Roma, incluso en la novela picaresca española del siglo XVI. Recordemos cómo en el genial Lazarillo de Tormes uno de los amos de Lázaro, el escudero, solo se preocupaba de sus apariencias, más cuando no tenía nada que llevarse a la boca (2). Hoy, esta situación lejos de moderarse se ha incrementado -desde nuestro punto de vista- por dos motivos. Por un lado, el propio sistema educativo que desde la Ilustración (S. XVIII) se ha organizado en torno al capitalismo -de esto, podemos hablar en otra entrada-. Por otro lado, la propia sociedad del utilitarismo en la que vivimos. 


Francisco de Goya y Lucientes, 1808-12, óleo sobre lienzo.

No existe cultura del trabajo, ni cultura del esfuerzo, sólo queremos el placer instantáneo. Para que esforzarse si todo se puede comprar. Pero estamos engañados, no todo se puede comprar. Hay algo que no se puede comprar y que además nunca se nos podrá arrebatar. Los conocimientos, los saberes son, por sí solos, un obstáculo al monopolio del dinero y el utilitarismo. No hay dinero en el mundo que pueda comprar el largo proceso que supone el aprendizaje y el verdadero placer con el que se hace. Diciendo esto, no podemos olvidarnos del magnifico libro de Nuccio Ordine, L'utilità dell'inutile (3) -aquí ya comentado-, para volver a recordar que podremos comprar títulos académicos, también podremos comprar un Ferrari o un Rolex, pero nunca podremos comprar la sabiduría y la personalidad adquirida durante años y años.

(1) Tony Judt, Algo va mal, Barcelona, Taurus, 2010.
(2) Anónimo (Edición de Víctor García de la Concha), Lazarillo de TormesMadrid, Espasa Calpe, 1987.
(3) Nuccio Ordine, L'utilità dell'inutile. Manifesto, Milano, Bompiani, 2013 [edición en castellano: La utilidad de lo inútil, Barcelona, Acantilado, 2013]

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