La Primera Guerra Mundial en la literatura: Dalton Trumbo, Johnny got his gun, 1939

Aprovechando el centenario del trágico estallido de la Primera Guerra Mundial, y al son del crecimiento de las publicaciones sobre dicho tema, nos ha parecido interesante desarrollar un pequeño comentario acerca de la literatura «clásica» sobre este conflicto. Una manera diferente para aproximarse a un periodo complejo, lejos de los tradicionales manuales de historia.


Y es que la Gran Guerra azotó, como ninguna guerra lo había hecho hasta ese momento, la conciencia colectiva de la sociedad -sobre todo a nivel Occidental y más concretamente a nivel europeo-. La guerra rompió los lazos entre los intelectuales que en su gran mayoría se pusieron al servicio de su país, las fronteras fueron más que nunca murallas infranqueables, y el paso de los años, fue pesando cada vez más en la memoria de la colectividad. La Gran Guerra demostraba así, al ser humano, que no todo era progreso, que la barbarie era una posibilidad. Hemos comentado ya en este blog, la experiencia que dejó en algunos de los protagonistas de aquellos momentos, como por ejemplo el pintor alemán Max Beckmann (click).

Una experiencia, que junto a otras millones de experiencias, inspiró a numerosos intelectuales a escribir, pintar o filmar lo que había visto -conformando así ese concepto de «memoria colectiva», que no casualmente estaba desarrollando en aquellos momentos Maurice Halbwachs-. El primer ejemplo que vamos a tratar aquí es el de Dalton Trumbo.

Y es que Dalton Trumbo es, sin duda, un personaje muy interesante. Nacido en 1905 en Estados Unidos, estudió en la Universidad de Colorado y ya en la década de los 30 empezó a trabajar para prestigiosas revistas como Vanity Fair, y también cuando comenzó escribir sus primeras novelas. En los años 40 al mismo tiempo que se convierte en un reconocido guionista de Hollywood comienza su descrédito público. Su vinculación al Partido Comunista de los Estados Unidos, la valió la acusación por parte del Comité de Actividades Antiestadounidenses, por lo que fue encarcelado 11 meses y después exiliado en México desde donde continuó escribiendo en contra de la política macarthismo.



En este sentido, si su vida es interesante, todavía lo es más una de sus novelas. Johnny got his gun*, escrita en 1939, parecía anunciar el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Un relato en el que conocemos la historia de Joe Bonham, un soldado estadounidense que luchando en la Primera Guerra Mundial es alcanzado por un obús quedando incapacitado de manera terrible. Joe despierta en un hospital, parece encontrarse en un sueño profundo, entremezclando los recuerdos de la guerra con los de su vida en paz junto a su familia y su novia. Poco a poco, Joe cae en la cuenta de que no se encuentra dormido, ni soñando, ni atravesando el umbral del más allá, sino que está en la cama de un hospital, sin piernas, ni brazos, ni ojos, ni capacidad para hablar, solo su cerebro funciona, un prisionero dentro de sí mismo. 

La novela por lo tanto tiene una clara voluntad antibelicista ya que nos muestra los horrores reales de la guerra alejados de la épica. Pero no solo eso, también nos suscita temas como el debate en torno a la eutanasia o el olvido de los veteranos de guerra. El libro tuvo una gran acogida ya que recibió el National Book Awards por el libro más original de 1939. Además, por la filiación política del escritor, se convirtió en una llamada pacifista de la izquierda estadounidense en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Años después el propio Trumbo dirigió su adaptación al cine, tras haber triunfado como guionista de varias películas -Spartacus dirigida por Stanley Kubrick o Papillon-, a pesar de su «cruz» tras el paso del macarthismo. El film fue estrenado en 1971 con los Estados Unidos inmersos en plena Guerra de Vietnam, la llamada pacifista parecía volverse a repetir, de hecho no es casualidad que Dalton Trumbo decidiera adaptarla al cine en esos momentos.


*La versión utilizada aquí: Dalton Trumbo, Johnny cogió su fusil, Barcelona, El Aleph, 2005.

Comentarios